Resumen:
Con el fin de brindar una perspectiva histórica de la migración interna, se estudió la información disponible en los censos realizados desde 1927 a nivel de provincia, y a nivel de cantón desde 1973. La selectividad de los migrantes se abarcó brevemente con base en el censo 2000. Como primera aproximación al fenómeno, se estudió la distribución espacial de la población del país desde 1864 hasta el presente. Varios hechos relevantes
que muestran las cifras son:
En 1864 una gran mayoría de la población nacional residía en el Valle Central (86%), principalmente en la provincia de San José, pero con una participación importante de las de Alajuela y Cartago, y un poco menor de Heredia; el otro núcleo significativo de población estaba en Guanacaste y el Pacífico Central (13%). El resto del país estaba
prácticamente despoblado (1%).
Posteriormente se dio un proceso caracterizado por movimientos desde las áreas rurales del Valle Central hacia las zonas costeras y periféricas, y luego, la reversión reciente de este proceso. La migración alcanzó su máxima intensidad en la década de 1960 y luego se moderó; al mismo tiempo emergieron corrientes migratorias de las zonas periféricas hacia el Valle Central. Como resultado, la parte de la provincia de San José ubicada en el Valle Central ha mantenido una participación prácticamente estable dentro de la población nacional, el Resto del Valle la ha visto disminuida marcadamente y el Resto del país la ha aumentado significativamente. Así, entre 1864 y 1963, San José, Valle Central, se mantiene entre 31 y 32%; el Resto del Valle pasa de 55% a 31% y el Resto del País sube de 14% a 37%. En el año 2000 las proporciones son muy similares: San José VC 32%, Resto Valle Central 32% y Resto del País 36%. Esto implica que desde los años sesentas la población del país se distribuye, casi por partes iguales, entre las tres áreas geográficas antes mencionadas. En el período 1927-2000, solo la provincia de Limón ha sido siempre de atracción y solo Guanacaste de expulsión, el resto de las provincias muestra períodos en que predominó la inmigración y otros en que lo hizo la emigración.
La evolución de las tasas cantonales de migración neta (calculadas usando el lugar de residencia de hace 5 años), confirman que la intensidad de la migración ha decrecido desde 1968; y las del período 1995-2000 señalan que la Zona Norte, todos los cantones costeros de Guanacaste, al igual que todos los de Puntarenas –menos Esparza, Garabito y Parrita-, son actualmente zonas de rechazo. La otra zona de rechazo importante la forman Pérez Zeledón, Turrialba, Jiménez, Talamanca, Limón y Siquirres. Indican, por otra parte, que la idea muy extendida de que el Área Metropolitana de San José sigue como una zona de atracción neta ya no es totalmente cierta – San José, Escazú, Tibás,
Goicoechea y Montes de Oca son ahora cantones de rechazo-. Por el contrario, las partes centrales de las provincias de Alajuela y Cartago se han unido a la de Heredia para constituir actualmente, junto con el Norte del Atlántico –Sarapiquí y Pococí/Guácimo- las únicas zonas de atracción que tiene el país actualmente.
El análisis de la selectividad de los migrantes permitió confirmar dos regularidades encontradas en otros estudios y países: a) la migración es selectiva, es decir, no emigra cualquiera, sino una determinada parte de la población; y b) la mayor propensión a emigrar, y el acto de migrar, se dan en determinadas etapas del ciclo vital, es decir, están asociados con la edad de las personas, en especial cuando se llega a la condición de adulto, y a la incorporación a la fuerza de trabajo y el inicio de actividad reproductiva y de la formación de las familias.