Abstract:
El objetivo de este trabajo ha sido analizar las diferencias en la conducta en salud de las mujeres migrantes y no migrantes en Nicaragua, durante el periodo 1987-1993. Esta conducta en salud se observa mediante la utilización de los servicios de salud materno-infantil (control prenatal y atención hospitalaria en el parto) y el uso de métodos anticonceptivos modernos. Se esperaba un comportamiento en salud distinto entre migrantes y no migrantes, ya que la selectividad de la migración implica ventajas económicas, educativas y de edad, de las migrantes urbanas sobre las nativas urbanas, estas ventajas, están además asociadas a un adecuado comportamiento en salud.
Además, en el proceso de adaptación al ambiente urbano las migrantes encuentran mayor disponibilidad de servicios de salud lo que podría motivar un comportamiento en salud parecido al de las nativas urbanas.
Los datos utilizados en el análisis provienen de la Encuesta Nacional sobre Salud Familiar de Nicaragua 1992-1993, la cual posee información de las mujeres en edad fértil sobre el uso de los servicios de salud materno-infantil y de anticoncepción.
El grupo de migrantes hacia áreas urbanas resultó bajo (3.2%). Fue posible, además, identificar un interesante grupo de mujeres migrantes hacia áreas rurales (18%), el cual se mantuvo en todos los análisis. Sin embargo las hipótesis y objetivos de la investigación se basan en las migrantes urbanas.
Un primer análisis de tipo bivariado reveló que la educación y el nivel socio-económico tienen efecto directo sobre el uso de los servicios de salud y de anticoncepción, independientemente del estatus migratorio de la mujer.
Para evaluar la influencia del estatus migratorio en la conducta en salud de las mujeres nicaragüenses, se utilizó la regresión logística multivariada tomando como variable respuesta el control prenatal, la atención hospitalaria en el parto y los métodos anticonceptivos modernos. En general, los datos muestran que la migración es importante en cuanto ubica a la mujer en un ambiente con mayor disponibilidad y accesibilidad al sistema de salud, pero son principalmente la condición educacional y económica las responsables de su conducta en salud.
De las tres variables, respuesta sobre la conducta en salud de la mujer, la atención hospitalaria en el parto es donde la condición migratoria de la madre tiene mayor relevancia. Es decir, las migrantes urbanas presentan una mayor propensión al uso de este servicio de salud que las nativas rurales, pero menor propensión que las nativas urbanas. Este resultado es atribuido, en gran medida a la adaptación al medio urbano (donde existe mayor disponibilidad de recursos) y disminuye principalmente por el nivel socio-económico del hogar, la edad y la educación de la mujer (factores importantes en el proceso de selectividad de la migración).
Los factores de riesgo matemos (paridad e intervalo intergenésico) no son determinantes de la utilización de servicio de atención en el parto, como la capacidad de entendimiento y el razonamiento lógico, que la educación agudiza, o la experiencia adquirida con la edad, o la capacidad de solventar los costos asociados a este servicio de salud con los recursos del hogar.
A pesar de que las migrantes urbanas se ubican en un ambiente con mayor disponibilidad de recursos de salud, en la utilización del control prenatal y métodos anticonceptivos modernos, migrantes urbanas y nativas rurales presentan la misma propensión al uso de estos servicios. Suponemos que factores culturales (no controlados), típicamente asociados al área rural y relacionados a la búsqueda de servicios de salud y anticoncepción como temor del paciente a visitar al doctor, confianza en los métodos anticonceptivos naturales, religiosidad, entre otros son los responsables de la inexistencia de diferencias entre migrantes urbanas y nativas rurales en el uso de control prenatal y anticoncepción.
Las migrantes rurales son un grupo muy selecto de mujeres que no cambian significativamente, su comportamiento en salud con la intervención de las variables que se proponen en esta investigación. Pero difieren de las nativas rurales, en cuanto al uso de los servicios de salud materno-infantil lo que es una evidencia de que la exposición al área urbana influye en la conducta en salud de las mujeres nicaragüenses.
Con base en el análisis realizado, podemos concluir que la migración urbana por sí sola no promueve cambios en el comportamiento en salud de la mujer. En el proceso de adaptación al ambiente urbano, donde los servicios de salud materno-infantil y de anticoncepción están mayormente disponibles, es de vital importancia la condición educacional y económica de la mujer, para enfrentar una serie de barreras sociales y administrativas que giran en tomo a la utilización de los servicios de salud materno-infantil y de anticoncepción. Más que la disponibilidad de los recursos de salud en una región determinada, es la necesidad y la capacidad de interactuar con los mismos lo que obliga a la mujer a utilizarlos.