Resumen:
La tasa de mortalidad infantil es uno de los mejores y más accesibles indicadores de la salud de la población. Esta tasa sintetiza muchos de los componentes de la salud, al mismo tiempo que es sensible tanto a las intervenciones sanitarias como a las condiciones generales de vida. Si a ello se suma lo fácil que es calcular e interpretar esta tasa, se
comprende porque es tan frecuentemente usada, no solo con fines científicos sino también con fines propagandísticos.
En Costa Rica la tasa de mortalidad infantil actualmente es del orden de 15 por mil, es decir que de cada mil nacidos vivos aproximadamente 15 mueren antes de cumplir un año. Este valor es excepcional. Constituye uno de los más bajos observados en países en desarrollo e incluso se compara favorablemente con el de países avanzados como los de Europa del Este (Monnier, 1990). Costa Rica llego a esta situación envidiable gracias principalmente a los éxitos logrados en la década de los 70 (Rosero, 1986; Caldwell, 1986; Behm et al.,
1987). Debe notarse, sin embargo, que pese a que la mortalidad infantil de Costa Rica es
excepcionalmente baja para un país en desarrollo, todavía es casi el triple que en países lideres en este campo, como el Japón y los escandinavos, que han alcanzado tasas de 5 o 6 por mil (Monnier, 1990).
El presente documento analiza las tendencias de la mortalidad infantil entre 1981 y 1990, con especial referencia a lo ocurrido en durante este último ano. El análisis es fundamentalmente estadisticodescriptivo. Elucidar los factores que gobernaron el curso de la mortalidad infantil en esos años esta mas allá de los objetivos de este documento. Empero, la sección final del manuscrito ensaya una discusión preliminar de las causas detrás de las tendencias observadas.